Este cuadro presenta una figura humana dibujada de manera abstracta, sentada sobre una superficie plana. La figura está delineada con líneas finas y sueltas, lo que le da un aspecto etéreo y casi inacabado. No se observan muchos detalles en el rostro o en la ropa, lo que deja a la imaginación del espectador interpretar la expresión y el estado de ánimo de la figura.
El fondo del cuadro es un bloque de color dividido en dos partes. La parte superior es de un vibrante color naranja, mientras que la parte inferior es de un color púrpura intenso. Estas dos áreas de color crean un fuerte contraste que enmarca la figura en el centro.
El estilo general de la obra es minimalista y expresionista, utilizando líneas simples y colores brillantes para crear un efecto visual impactante. La figura parece estar en un estado de contemplación o descanso, sentada de manera relajada sobre el borde de la superficie. La combinación de los colores naranja y púrpura le da al cuadro una energía vibrante, mientras que la simplicidad del dibujo de la figura le añade una sensación de calma.
